51 clientes de la inmobiliaria MacAnthony, todos británicos e irlandeses, interpusieron el pasado viernes una querella en la Audiencia Nacional contra su propietario, Darragh Stewart MacAnthony, y otras personas, por estafa y apropiación indebida. Les acusan de quedarse con 600.000 euros que les habían entregado por adelantado para comprar muebles para viviendas en diferentes países en los que la empresa tenía presencia, tales como Bulgaria, Turquía o Marruecos.
Según sus abogados, la mayor parte de estas transacciones se canalizaron en su sede de Marbella (Málaga), ya cerrada. La empresa operaba desde el antiguo Club Financiero, utilizado anteriormente por el fallecido Jesús Gil para dirigir el Ayuntamiento marbellí. Los querellantes denuncian que han dejado sin bienes a la sociedad y se ha orquestado un traslado a una “oficina fantasma” de Madrid, que supuestamente administra un hombre de 90 años con domicilio en Perú y sin ninguna actividad conocida.
El empresario irlandés Darragh Stewart MacAnthony, de 35 años, es dueño del club de fútbol Peterborough United, que juega en el equivalente a la Segunda División de Inglaterra. MacAnthony se defendió de las acusaciones el sábado a través de su blog personal. Según su relato, la empresa ofreció muebles a muy bajo precio a sus clientes porque podían comprarlos al por mayor. “Hubo miles de clientes y todo fue genial. Hasta que la recesión golpeó”, detalló.
MacAnthony niega que se trate de un caso de fraude, sino que más bien hubo muchos proveedores que les dejaron en la estacada. Con todo, el empresario defiende que siguieron suministrando muebles hasta 2010. “Hemos llegado a pagar el mismo pedido dos veces, porque el primer proveedor quebró y otro se ocupó de servir el pedido”, argumenta.