- Ofrecían hipotecar viviendas libres de cargas a jubilados
- El fraude, cometido en distintas provincias, se elevaría a 250 millones de euros
Su estrategia consistía en sembrar temor entre jubilados extranjeros residentes en la Costa del Sol. Diversas entidades bancarias, en su mayoría escandinavas, con departamentos de banca privada en Luxemburgo, hacían creer a sus víctimas que en España, si alguien muere sin tener una hipoteca sobre su vivienda, el fisco grava de tal manera la sucesión que los herederos nunca podrían abonar los impuestos correspondientes.
El despacho de abogados Lawbird, con sede en Marbella, representa amás de una veintena de residentes en el litoral malagueño y alicantino que han presentado una querella en la Audiencia Nacional por presuntos delitos de estafa, publicidad engañosa, defraudación a la Hacienda Pública, así como falsedad en documento público. Además, los denunciantes creen que existe “acoso inmobiliario”, tal y como ha explicado este martes el abogado Antonio Flores en rueda de prensa.
Han creado una asociación de víctimas por la llamada “hipoteca inversa extranjera”. La presunta trama financiera comenzó a operar en 2004 y se prolongó en el tiempo hasta finales de 2008. Flores calcula que en España puede haber unas 500 parejas, matrimonios jubilados en su mayoría, que cayeron en esta red fraudulenta a través de “publicidad engañosa”. El total de fondos evadidos a Luxemburgo son “unos 250 millones de euros”, según el letrado. Dicha cantidad es la que los denunciados hacían creer a sus víctimas como exenta de impuestos si se heredaba en un paraíso fiscal. La presunta defraudación a Hacienda rondaría el 20%, unos 50 millones de euros.
Unos 17 responsables bancarios, así como agentes financieros, que no eran tales y estaban advertidos por la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV), figuran como querellados en el escrito presentado el pasado 7 de noviembre en dicho tribunal, a la espera de que un juez lo admita a trámite e incoe diligencias previas.
Euan Armstrong, de 74 años de edad cuenta su caso: “Yo compré mi vivienda en Alhaurín el Grande por unos 600.000 euros y un agente financiero se puso en contacto conmigo. Me alarmó mucho, al decirme lo que me ocurriría en España si no hipotecaba mi casa, de cara al impuesto de sucesiones”.
Este ciudadano escocés cuenta que le hicieron creer que si fallecía sin haber reducido la valoración de su propiedad, a los efectos del impuesto de sucesiones, la cuota tributaria sería tan alta que sus hijos nunca podrían heredar.
Fue entonces cuando el agente financiero le puso en contacto con el banco danés Danske Bank. Dicha entidad se ofreció a prestarle un importe casi idéntico al valor de la vivienda. Acto seguido se tasaba la casa y se procedía a firmar una escritura de préstamo hipotecario. Los fondos se invertían luego en un paraíso fiscal, en este caso Luxemburgo. Se trata del destino donde acabaron la mayoría de las cantidades defraudadas a los afectados.
Del millón de euros que le prestaron a Armstrong, le entregaron 100.000 y el resto se lo llevaron a Luxemburgo, con el propósito de invertirlo, “lucrarse y especular”, añade el letrado denunciante.
“El valor de la vivienda suponía los ahorros de toda mi vida”. Esta ha sido una frase muy repetida entre la representación de víctimas que han acudido a la rueda de prensa celebrada en el citado bufete. Todos estos residentes en la Costa del Sol pensaban que los fondos que acabaron en el mencionado paraíso fiscal estaban custodiados, con toda garantía, hasta su fallecimiento.
“Empezamos a recibir llamadas, cartas, correos electrónicos y visitas personales de empleados de Danske Bank. Nos decían que nuestras inversiones no estaban rindiendo como ellos querían”. Se les advertía de que deberían cubrir las pérdidas generadas. Lo peor estaba por llegar. Poco a poco se fueron sucediendo las ejecuciones hipotecarias, instadas por los bancos para quedarse con las viviendas.
Además del citado banco danés hay otros tres del mismo país involucrados: Nykredit, Sydbank y Jyske Bank. El resto son Nordea Bank (Suecia); NM Rothschild & Sons (Reino Unido); Lex Life&Pension (Luxemburgo); Landsbanki (Islandia) y Swiss Life (Suiza).
Flores asegura que hasta el momento han podido paralizar dos procedimientos de ejecución hipotecaria. Lo han hecho en distintos juzgados malagueños que han accedido a su solicitud.