El juzgado de lo mercantil número 2 de Málaga ha condenado a la empresa Arenal 2000, propiedad del empresario cordobés Rafael Gómez Sánchez, a entregar una vivienda que fue sorteada entre los clientes -mayoritariamente británicos- de la agencia inmobiliaria Andalucía Dream Homes, que se encargaba de comercializar la promoción de Benalmádena Arenal Golf, donde está situado el apartamento objeto de disputa, según informó ayer Lawbird Legal Services.
La inmobiliaria, también condenada, estaba en concurso de acreedores a la fecha de la presentación de la demanda, si bien se opuso a las pretensiones de los demandantes alegando, por un lado, no tener poder de disposición de la vivienda al ser propiedad de Arenal 2000 y, por otro, que la acción ya había prescrito.
Según informaron ayer fuentes del caso, la empresa Arenal 2000 dejó transcurrir el plazo concedido para contestar a la demanda, por lo cual el juzgado pasó a dictar sentencia sin más trámite. El sorteo tuvo lugar el 28 de abril de 2006 ante el notario de Marbella Juan Miguel Motos Guirao. Según las mismas fuentes, días más tarde se realizó la entrega simbólica de las llaves del apartamento (valorado en 248.000 euros) en el piso piloto de la urbanización de Marbella a los ganadores.
Una vez construida la promoción y obtenida la licencia de primera ocupación, según las citadas fuentes, el acuerdo entre ambas mercantiles preveía que la promotora haría entrega de la vivienda a los ganadores, los señores Windle. El acuerdo también recogía que Arenal recibiría de la agencia inmobiliaria la mitad del valor de la propiedad, una vez realizado el sorteo.
El retraso en la entrega de la vivienda a los ganadores se atribuyó, continuaron, a la falta de licencia de primera ocupación inicialmente, “pero poco tiempo después se supo la verdadera razón por la que no se cumplía con la prometida entrega del apartamento: la empresa propietaria del mismo, Arenal Sur 21, a la sazón empresa del Grupo Arenal 2000, fue adquirida por Cajasur a través de su participada Prienesur, al poco tiempo de estallar la Operación Malaya y, con ella la promoción donde estaba la vivienda en cuestión”. Las citadas fuentes incidieron en que Cajasur negó que el sorteo le vinculara en tanto nuevo titular de la vivienda. Por todo ello, el juzgado de lo mercantil obliga ahora a Arenal 2000 y Andalucian Dream Homes a cumplir con el compromiso asumido, entregando la vivienda a los ganadores del sorteo, y condenando a ambas a pagar las costas del juicio. Al estar la vivienda ya vendida a una tercera persona, se solicitará el abono del importe.