La justicia española sigue apuntando alto. Un juez de Parla ordenó registrar la sede en España del banco chino ICBC, otro imputó a la cúpula mundial de American Express por estafa y ahora un juez de Dénia (Alicante) ha enviado una comisión rogatoria (una petición de auxilio judicial) a Francia para interrogar al barón David de Rothschild, presidente del banco del mismo nombre y prestigioso banquero. Pretende tomarle declaración por una denuncia de publicidad engañosa que unos jubilados británicos presentaron en su juzgado. Como decenas de parejas que se vieron atrapadas en un producto financiero complejo que la banca Rothschild vendía en la costa española para ahorrar dinero en el impuesto de sucesiones.
El pasado martes, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Dénia,Pedro Pablo Abad Ortiz, recibió la traducción del interrogatorio que las acusaciones quieren realizar al barón David de Rothschild y acordó remitir “la comisión rogatoria junto a las preguntas propuestas por las partes personadas al órgano competente en París”.
Así, el barón David de Rothschild, presidente de la banca del mismo nombre, heredero del linaje de banqueros más importantes del mundo, deberá responder a la publicidad que su banco realizó en España hace una década en la costa española. Entonces vendía entre jubilados británicos en la costa, principalmente Málaga, Alicante o Baleares, una especie de hipoteca inversa para reducir el impuesto de sucesiones. Simplificando, el esquema era algo así: Rothschild daba una hipoteca sobre la casa, un intermediario invertía ese dinero y con los rendimientos se devolvía el préstamo y con intereses. Además, al estar hipotecada en el extranjero, si fallecía uno de los cónyuges se reduciría el impuesto de sucesiones. Negocio redondo. Así consiguió en España unas 130 hipotecas, que a una media de 600.000 euros, suman unos 70 millones de euros, según calcula Antonio Flores, abogado de los demandantes, con sede en Marbella y especializado en defender a extranjeros en la costa.
La publicidad decía: “Una hipoteca es una forma muy efectiva de reducir el valor total de su vivienda española expuesta al impuesto de sucesiones”
El problema es que, con la crisis, las inversiones se fueron a pique y los jubilados pasaban a estar hipotecados. De repente debían un préstamo al banco Rothschild. Rothschild defendió que el contrato tenia dos partes: su hipoteca, y la inversión, que realizaba un agente externo, por lo que no era culpa suya si había ido mal. Así se defendió con éxito en los tribunales. En enero de 2015, una jueza de Marbella ya dio la razón al banco frente a una pareja de jubilados. La sentencia considera que “no es admisible alegar desconocimiento de los riesgos que asumían” y que la documentación demostraba que ese producto financiero “tenía riesgos”. El fallo distingue entre quien dio la hipoteca, Rothschild, y el intermediario financiero que se encargaba de mover el dinero. Rothschild alega además que no ha ejecutado las hipotecas a quienes no han pagado y que está negociando caso a caso.
Flores emprendió una vía judicial distinta en Dénia. Allí, unos clientes habían denunciado a responsables de la banca Rothschild por estafa y la causa fue archivada. Pero Flores lo retomó bajo la acusación de “publicidad engañosa”. Aportó los folletos que Rothschild repartía en encuentros en hoteles con expatriados. Uno distribuido en Marbella en 2007 decía: “Demasiados expatriados descubren de forma dolorosa que el impuesto de sucesiones no funciona en España como funciona en su propio país. Esto afecta a los propietarios de viviendas en España, no solo a los residentes; el tipo extremo del impuesto de sucesiones es del 81,6%. La respuesta es minimizar el número de activos expuesto a esto”. Y añadía que “una hipoteca es una forma muy efectiva de reducir el valor total de su vivienda española expuesta al impuesto de sucesiones”. En uno de los folletos, un hacha partía una casa por la mitad, en alusión a lo que haría la Agencia Tributaria con las propiedades de los herederos de un fallecido.
Vendían a jubilados un producto para rebajar el impuesto de sucesiones en España
Antonio Flores esgrime una consulta a la Agencia Tributaria en la que responde que hipotecar una vivienda en el exterior para deducirse el impuesto de sucesiones es un fraude. “Vendían un producto en masa con una publicidad que es mentira. La publicidad era constante y machacona”. Como entonces no había responsabilidad penal de las empresas, pidió que declarase el máximo responsable, el barón David de Rothschild. “Él tuvo que haberse reunido con la gente que se encargaba de esto”. “Básicamente se trata de que la publicidad se basa en su mayor parte en que el préstamo es para deducir el impuesto de sucesiones y eso es un fraude, a sabiendas o no, pero es un fraude”, señala Flores, que recuerda que las inversiones luego se hacían desde territorios como la Isla de Mann o Guernsey, opacos al fisco español.
El caso tiene una singularidad, que Rothschild no está aún personado en la causa. En octubre de 2014, el juez llegó a mandar a la policía a las oficinas de Rothschild en Madrid para ver si le daban las señas de David de Rothschild o Stephen Dewnship, un directivo. Nadie les dio una dirección. Los Rothschild son uno de los grandes linajes de banqueros e industriales del mundo. Su lema es ‘Concordia, Integritas, Industria‘ (harmonía, integridad e industria). Cuenta con unos 2.800 empleados en 40 países.